Tres paseos porteños por $5

Y los tres les van a sonar muy cívicos quizá, pero les aclaro: son divertidos, y con interesantes dosis de información, disfrute y sana "frivolidad". De yapa: GRATIS O BARATÍSIMOS. Tuve la suerte de hacer una escapada familiar a Capital Federal días atrás, y caminarla de la mejor manera: con la libertad de un turista. Amo Buenos Aires, es una ciudad de la que siempre regreso inyectada de energía e ideas. Comparto con ustedes algunos de mis recorridos, que quizá puedan interesarles.

¿Les suena? Si, uno de los varios escenarios de los actos presidenciales, dentro de Casa Rosada. Hice una de las visitas gratuitas que hay para recorrerla, cada 10 minutos, sábados y domingos. El paseo guiado es un hit entre los extranjeros, sorprendidos porque esta sede gubernamental abre al público hasta el despacho de la Presidenta (lo pueden ver debajo). No hace falta reservar, funcionan de 10 a 18 y duran una hora.

El Salón Blanco.Antes albergaba el traspaso de mando entre
presidentes, que ahora se hace en el Congreso.

Patio de las Palmeras.

Plaza de Mayo vista de uno de los balcones (sí! la visita permite asomarse, es el
 mismo donde Maradona levantó la copa del Mundial de México '86).

El despacho presidencial. Al fondo, el escritorio donde a diario trabaja CFK.

Museo del Bicentenario. Detrás de Casa Rosada, en los restos del edificio donde funcionaba la Aduana Taylor en el siglo XIX, está el Museo del Bicentenario. Repasa 200 años de historia argentina combinando documentos, reliquias y narraciones audiovisuales y digitales. Imperdibles los objetos que pertenecieron a los presidentes, como el sombrero Bombín de Yrigoyen, el smoking de Menem o los anteojos de Frondizi, por citar ejemplos.  

(Esta foto es la única ajena: pertenece al Museo)

Además, el museo atesora el mural pintado por el mexicano David Alfaro Siqueiros en 1933, en el sótano de la quinta que Natalio Botana tenía en Don Torcuato. Fue objeto de una monumental tarea de recuperación y traslado (debieron mover las paredes completas). Allí el artista experimentó modernas técnicas de perspectiva, que hacen la delicia de quienes hoy pueden apreciarlo.

Museo Evita. Ubicado en una casona coqueta de Recoleta, donde Eva Perón hizo funcionar un hogar para mujeres solas con hijos a cargo en situación de desamparo, este museo está dedicado a ella. También es mucho más disfrutado por extranjeros que "residentes", que por tal condición pagamos sólo $5 la entrada. Recorre su vida y la labor de la fundación que presidía (virtual Ministerio de Desarrollo Social) durante el gobierno de su esposo, Juan D. Perón.

La colección incluye documentos impresos, publicaciones (como los libros escolares de la fundación, por ejemplo), fotografías, audios y registros cinematográficos de la época y muchísimos objetos personales. No me acusen de frívola, pero sucumbí a mi condición femenina y en las fotos les muestro algunos de esos objetos: parte de las exquisita colección de carteras, zapatos, accesorios y vestidos de Eva. Piezas de diseño de marcas nacionales y extranjeras como Dior, Balmain (ropa); o Ferragamo y Perugia (zapatos). 

Luego del recorrido, vale la pena darse un gusto en el restaurante del Museo. Ocupa parte del interior de la casa y todo un patio estilo francés, fresco y colmado de verde. El lugar combina amabilidad, platos exquisitos (comidas fuertes o meriendas) y precios muy razonables. Probamos las dos alternativas de menú del día: rico crepe con ensalada, pescado con vegetales y salsa con panceta (humm!!); mouse de banana de postre; vinito y gaseosa; todo por unos 135 pesos.  No hace falta visitar el Museo para ir al restó, que tiene web propia.